La Ciencia Política, en la
UBA, nace con la vuelta de la democracia en nuestro país, con el fin de
consolidarla. Tiene una fuerte influencia del radicalismo alfonsinista tanto en
su orientación política como en su plan de estudio orientado a la formación de
cuadros políticos para la gestión estatal.
Una de las falencias más
importantes que observamos en nuestra carrera es la falta de tradición teórica
critica, centrándose en la tradición política liberal de los años ’20 en EE.UU.
(aunque existen materias que se corren de dicha tradición) lo cual dificulta la
introducción de nuevos debates y marcos teóricos para reflexionar y analizar
los nuevos procesos políticos y sociales que se dieron en nuestra América
Latina y en el resto del mundo, en la última década. También encontramos una
falta de articulación entre el contenido teórico que la carrera nos brinda con
las practicas que nos ayuden a los estudiantes a aplicarla.
Es por ello que este
conservadurismo que observamos en el abordaje de esta ciencia, desecha todo
contenido crítico que nos dé cuenta de la
política como motor del cambio social.
Por eso, desde el Movimiento
SUR, creemos que deben incorporarse producción teórica nacional y
latinoamericana, para analizar los procesos que se van dando en nuestra región,
entendiendo que la universidad debe esta de cara a las necesidades del pueblo,
interpelada por la realidad social que nos atraviesa, discutiendo la pobreza,
la marginación, la educación y todas las necesidades que hacen a un modelo de
sociedad efectivamente democrático.
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