1. ¿En que consiste la actual ley de drogas 23.737 y como funciona?
Sancionada a finales de 1989 la ley 23.737 tiene más de 40 artículos que penalizan desde la producción, tenencia y consumo de estupefacientes hasta el dopping de caballos de carrera, además de incluir figuras generadoras de corrupción como el agente encubierto y el arrepentido. Sin embargo, el esquema base de la ley para la persecución del narcotráfico parte de penalizar abiertamente la simple tenencia de drogas o como se lo llama en la jerga jurídica, la “tenencia simple”. En el artículo 14, la ley castiga con hasta 6 años de prisión a toda aquella persona que “tuviera en su poder estupefacientes”, sin importar la finalidad de esa tenencia. Al estar penalizada la tenencia simple de drogas, la policía destina toda su fuerza a detectar personas que estén consumiendo o portando drogas para, luego de detenerlos, derivarlos a la justicia para que ésta les inicie un proceso penal. Durante el proceso, el fiscal tratará de demostrar si esta tenencia era para comercializar (agravante, con una pena de hasta 15 años de prisión), mientras que el acusado por tener drogas debe demostrar que esa tenencia era para su consumo, es decir, declararse adicto (atenuante), si quiere disminuir su pena máxima de prisión de 6 a 2 años, y poder llegar a canjear esa pena por un tratamiento forzoso de rehabilitación. Sin embargo, cuando el fiscal no tiene pruebas de comercio o el juez duda de que el acusado sea consumidor de lo que tiene, se aplica la figura base de tenencia simple y su consecuente castigo de hasta 6 años de cárcel.
2. ¿Se cumplieron los objetivos de la ley de drogas, a más de 20 años de su aplicación?
Los objetivos de la ley fueron el combate del narcotráfico y la disminución del consumo de drogas ilegales. Para ello, pensaron aquellos legisladores, había que empezar por atrapar al eslabón más visible de la cadena de producción-venta-consumo de drogas: el usuario. A partir de él se podría llegar a los grandes narcos, luego de distinguir entre todos los detenidos masivamente por tener drogas, entre aquellos que las consumían y aquellos que las vendían. Pero al perseguir abiertamente al que tiene drogas y no al que las vende, se permitió el surgimiento y expansión de la llamada “excursión de pesca”, donde siempre caen los peces chicos pero nunca los gordos. Estos son los resultados de más de 20 años de aplicación de esta ley de drogas:
• Expansión del narcotráfico: Argentina pasó de ser un país “de tránsito” a permitir la instalación de cocinas de derivados de pasta base y, en menor medida, sustancias sintéticas.
• Justicia saturada de casos de consumo: Según las cifras del poder judicial, más del 70% del total de causas por tenencia de drogas terminan siendo usuarios, y del resto, solo el 1% son casos de comercio, el resto termina en situaciones “dudosas” (al no puede demostrar comercio y el juez duda que el acusado sea usuario) que en general derivan en condenas por
“tenencia simple”.
• Cárceles llenas de consumidores: el 32% de las personas en situación de cárcel, están detenidas por causas de drogas.
• Aumento del consumo general de drogas legales: en los últimos 10 años, el consumo no solo no bajó, sino que llevó a la argentina a encabezar los índices de consumo de estas sustancias en Latinoamérica. Los problemas asociados al consumo de drogas (sobredosis, intoxicación, adicción, contagio de enfermedades, etc.) te expandieron geométricamente, al no haber campañas de prevención y reducción de daños en un escenario donde los usuarios, en lugar de ser personas que, como cualquier otra, pueden tener problemas de salud, son tratados como criminales.
3. ¿Por qué es ineficaz en inconstitucional penalizar la tenencia de drogas?
La corte suprema de justicia debió pronunciarse ya 2 veces acerca de la inconstitucionalidad de penalizar la tenencia de drogas para uso personal, en 1983 (fallo Bazterrica) y en 2009 (fallo Arriola). Ambos fallos sostienen que para que exista un delito tiene que comprobarse el daño efectuado a otro bien jurídico. Y como el consumir drogas, cultivarlas y tenerlas encima para uno son acciones que solo involucran al poseedor, no existe un daño comprobado. Por eso, el “riesgo potencial” que supone tenerlas no es suficiente para criminalizar a una persona, ya que si esa tenencia de drogas se exterioriza (vendiéndolas o cometiendo algún delito bajo sus efectos) y daña a alguien, la persona va a ser penalizada por esa acción (comercio de drogas, conducir automóviles bajo efectos de drogas, etc.), pero no por la acción anterior de consumir o tener la sustancia.
4. ¿Por qué la despenalización de la tenencia de drogas permite perseguir más eficazmente el narcotráfico y la venta minorista?
Si bien la efectividad en la persecución de cualquier delito depende en gran medida de la forma en que trabajan los agentes encargados de perseguirlos, el hecho de hacer que la policía y el poder judicial dejen de trabajar en buscar a cualquier persona que tenga drogas para concentrarse en aquellos que la trafican, permite:
• Reducir los nichos de corrupción que surgieron al abrigo de una persecución que se dirigió principalmente a los consumidores.
• Elaborar cifras y estadísticas que revelen el trabajo real puesto en perseguir el narcotráfico. Dado que no se podría encubrir ese trabajo con meras “infracciones a la ley de drogas”, que en su mayoría son a usuarios, la policía debería informar cuantas detenciones y causas se abrieron por comercio y otros delitos.
• Redistribuir los fondos que actualmente se pierden en la persecución de usuarios en programas de educación, prevención y reducción de los daños asociados al consumo de drogas.
• Redirigir las fuerzas de seguridad en la persecución concreta de los delitos relacionados al comercio de drogas.
5. ¿Cuál es la diferencia entre legalizar las drogas y despenalizar su tenencia?
Legalizar implica regularizar el mercado, la compra y venta, para lo cual es necesario distinguir las sustancias para determinar donde, como y bajo que regulación deben ser expendidas. En el mundo existen pocos países que legalizaron las drogas, ya que para evitar el surgimiento de un “turismo” en torno al consumo, este cambio profundo tiene que hacerse conjuntamente de modo regional. El caso de Holanda es el más conocido: allá se separaron las drogas más riesgosas de las menos nocivas, y la marihuana, al estar entre las últimas, se pueda vender en lugares habilitados (coffee shops). Aun siendo uno de los pocos países que avanzó tanto en la normalización de las drogas, Holanda ostenta uno de los índices de consumo más bajos de Europa. Despenalizar la tenencia es un paso anterior e implica dejar de criminalizar a aquellos que tienen drogas o las cultivan y abocarse a tipificar los delitos relacionados al comercio, que continuarán penados.
6. ¿Por qué es necesario despenalizar la tenencia simple y el cultivo para terminar con la criminalización de los usuarios?iminalización de los usuarios?
Porque al estar penalizada abiertamente la tenencia de drogas, todo aquel que cultiva o tiene drogas en su poder es detenido e ingresado al sistema penal. Luego, como la ley aclara que “cuando la escasa cantidad y demás circunstancias surgiere inequívocamente que está destinada al consumo personal” la pena, en lugar de 1 a 6 años, pasa a tener un máximo de 2 años y es posible “canjearla” por un tratamiento, las personas deben demostrar ese consumo si quieren atenuar su pena, declarándose adictos. Reformar la ley sosteniendo que es la persona quien debe demostrar que la sustancia que tiene en su poder es para su consumo y así evitar una pena no sólo es antijurídico (una ley no puede explicarlo que se puede sino únicamente lo que no se puede) sino también inconstitucional, porque mantiene la obligación de demostrar la inocencia, y si el acusado se niega a declarar, termina siendo condenado. Además, mantiene la criminalización sistemática de los usuarios al seguir permitiendo que la policía destine su trabajo a detener masivamente a todos aquellos que tienen drogas para que, luego, el poder judicial tenga que seguir distinguiendo cuales son usuarios y, recién ahí, pueda dejarlos libres. Es decir, exactamente lo mismo que ocurre en la actualidad. Solamente terminando con la penalización abierta de la tenencia de drogas y su cultivo, el aparato represivo del estado puede concentrar su accionar en perseguir los delitos relacionados con la venta.
7. ¿Por qué la despenalización de la tenencia de otros países no solo aumenta, sino que disminuye los índices de consumo de drogas?
El ejemplo más actual y paradigmático en lo que a despenalización de la tenencia de drogas
se refiere es Portugal. Hace siete años que ese país dejó de perseguir a los usuarios de
drogas para concentrarse en perseguir el narcotráfico, a la par que desarrolló un profundo
plan de salud que permitió atender no sólo las adicciones sino todos los demás problemas
relacionados con el consumo de drogas. Hace un año, la Secretaría de Drogas de ese país
emitió los números que demuestran el éxito de la despenalización y terminan con cualquier
discusión al respecto:
• Disminuyó un 50% el consumo de drogas en edad de secundario.
• El índice de consumidores de cannabis (8,2%) y cocaína (0,9%) pasó a ser el menor de
toda Europa.
8. ¿Por qué al despenalizar la tenencia de drogas no sirve distinguir por sustancia o por
cantidades?
Dejar de criminalizar a las personas que tienen y consumen drogas no tiene que ver con el grado de daño que éstas producen, sino con respetar la elección de consumo de cada persona, prestarle asistencia socio-sanitaria cuando la solicite y dirigir todos los esfuerzos de la justicia y la policía a perseguir el narcotráfico. En ese sentido, hablar de una cantidad máxima para el consumo personal no sólo es absurdo, sino que le facilita el camino al vendedor minorista, ya que si el límite de portación de una sustancia es de, por ejemplo, 10 gramos, el dealer va a salir a vender con 9 gramos. En cambio, si en lugar de detener masivamente a tenedores y ver si por la cantidad que tienen son o no vendedores, la policía concentra la búsqueda en los que están vendiendo, estos, una vez descubiertos, no tienen excusa. Menos aún puede hablarse de despenalizar la tenencia, cultivo y consumo distinguiendo por sustancia, ya que el derecho a elegir ese consumo en la esfera privada no depende de qué sustancia se está consumiendo.
9. ¿Los usuarios de drogas quedan “desamparados” al despenalizarse la tenencia de drogas?
No más de lo que están en la actualidad al no haber ninguna ley de atención de los problemas de salud que los usuarios tengan, ya que el Plan Nacional de Asistencia a las Adicciones se aprobó el año pasado en Diputados, pero quedó estancado en la Cámara de Senadores. Sin embargo, el solo hecho de despenalizar la tenencia de drogas permite que los usuarios y cultivadores de las mismas dejen de estar perseguidos y criminalizados por la policía y, ya sin el miedo y la discriminación que supone ser un delincuente, pueden hablar de sus problemas de consumo con su familia, médicos y seres cercanos, y hasta acercarse a un Centro de Salud a solicitar ayuda. Respecto a los usuarios de drogas más nocivas como el paco, la despenalización no los deja más desamparados de lo que hoy están ante la justicia de una atención oficial, pero al menos los libera de los tormentos y aprietes policiales y del mayor deterioro de su salud al estar detenidos. Mientras tanto, en los casos mas graves, sus familiares podrán seguir solicitando una “protección de persona” ya que esta medida del Código Civil no queda afectada por reformas en la ley de drogas.
10. ¿Cuáles son las ventajas de despenalizar el cultivo de marihuana?
Al permitir que las personas que eligen usar marihuana puedan cultivarla, se respeta su
derecho constitucional a elegir libremente qué hacen en su privacidad. Además trae
aparejados también otros beneficios:
• Mejora la salud de los usuarios al saber qué es lo que están consumiendo, algo que no
ocurre con las sustancias que se consiguen en el mercado negro.
• Disminuye los peligros a los que se ven expuestos los usuarios de marihuana al tener que
frecuentar un ambiente criminal para conseguirla
• Permite que los usuarios de marihuana dejen de financiar el narcotráfico con su dinero,
como les propone el mercado negro.
El que se fuma el porro es el que contribuye a que exista el narcotrafico. Es como el que compra robado genera que el afane sea redituable. Dejen de buscar culpables. Ustedes lo son. Cada persona debe ser responsable de sus actos, haganse cargo y por favor dejen de hacerse los victimas. Hay cosas realmente importantes, urgentes para hacer en Argentina y para todos los ciudadanos. Utilicen el sillon ese que se les presto como corresponde. Saludos.
ResponderEliminar