domingo, 6 de mayo de 2012

Presentación del libro "Ningun pibe nace chorro", Hoy en la Feria del Libro




“Somos de la gloriosa juventud Argentina, la que hizo el Cordobazo, la que peleó en Malvinas” así comienza la canción que los estudiantes universitarios, miembros del Movimientos Sur cantan conjuntamente con los jóvenes de los barrios más humildes, los Jóvenes de Pie. Y en ese canto recuperan, atan, entrelazan su militancia cotidiana con la participación social y política, característica inigualable de los jóvenes latinoamericanos.
Durante estos últimos diez años hemos realizado desde la articulación constante de los movimientos sociales, equipos de investigación y estudiantes universitarios, prácticas de educación popular, capacitaciones, experiencias comunitarias en los barrios más humildes del país. Todas estas experiencias tienen claros lineamientos políticos e ideológicos. Parten de creer que se pueden generar espacios de participación porque es la participación el camino que conduce a la transformación de la sociedad. Y esa participación se genera a partir de una mirada sobre lo educativo entendido como un aporte a la construcción de una nueva hegemonía en la cual los protagonistas van generando nuevas prácticas populares.  Sin debate, sin protagonismo, y capacidad de toma de decisiones colectivas, sin identidad colectiva sobre la base de objetivos compartidos, no hay participación, no hay pensamiento crítico y por lo tanto, no hay organización que produzca cambios.
Pero estas experiencias debían también permitirnos dar un debate sobre el rol de los estudiantes y profesionales, sobre el rol de la Universidad en el marco de las necesidades de transformación social. Esto nos llevó a construir una posición que es política y epistemológica. A replantearnos qué conocimiento producir y para qué país. Habilitar líneas de investigación y producción teórica basadas en un pensamiento situado. Que parta de la realidad que vive el pueblo, anclada en experiencias concretas. En palabras de Mariátegui “La primera obligación de toda obra, es esta: durar. La historia es duración. No vale el grito aislado, por muy largo que sea su eco; vale la prédica constante, continua, persistente. No vale la idea perfecta, absoluta, abstracta, indiferente a los hechos, a la realidad cambiante y móvil; vale la idea germinal, concreta, dialéctica, operante, rica en potencia y capaz de movimiento. No somos intelectuales puros: profesamos una idea histórica, confesamos una fe activa y multitudinaria, obedecemos a un movimiento social contemporáneo”. (Mariátegui, 1928)


Entre Gramsci y Freire caminamos

Ante el modelo hegemónico, la naturalización de las injusticias sociales, debíamos promover a partir de los talleres con jóvenes y llevados adelante por jóvenes, espacios de deconstrucción de esos discursos, que generaran nuevas prácticas sociales populares.
Y así surgió este libro, a partir de la sistematización de diversas experiencias de capacitación realizadas desde el Movimiento Universitario Sur con jóvenes de los sectores populares de Jóvenes de Pie, organización juvenil parte del Movimiento Barrios de Pie.

Lo decimos una y mil veces, lo bancamos con el cuerpo ningún pibe nace chorro

Cuando comenzamos a sistematizar las experiencias de capacitación con jóvenes, el terreno de naturalización y posible deconstrucción del discurso hegemónico nos llevaba a un lugar: la problemática de la violencia, la asimilación de la misma con la juventud y la instauración dentro de la sociedad de estereotipos juveniles –fundamentalmente de los sectores populares- como violentos, como la amenaza, como el enemigo al que hay que reducir. Los debates sobre la baja de edad de imputabilidad resultan el terreno en el cual esos discursos se cristalizan.  Es por esto, que orientamos nuestra investigación a intentar vislumbrar las formas por las cuales estas ideas hegemónicas se instauraron con tanta fuerza. Evaluar el nivel de incorporación que las mismas habían tenido en los jóvenes de los sectores populares, que se autoestigmatizaban y reproducían una lógica contraria a sus propios intereses. Por otra parte, cómo desde la constitución de espacios plurales, amplios y participativos se podían construir de manera colectiva nuevas representaciones e ideas sobre lo que los jóvenes son, hacen, piensan, sienten y vivencias.
El desarrollo de estos temas sigue a continuación, el objetivo es poder aportar al debate, pensar las problemáticas sociales desde una mirada amplia y progresista. Que permita abrir nuevos caminos transformadores en los cuales los sujetos nos encontremos sin tanto miedo, para poder unir un tejido social dilapidado durante años y años de hostigamiento a los más desprotegidos. Para poder armar día a día, paso a paso, un futuro mejor. 
Lo que nosotros tenemos que practicar hoy, es la solidaridad. No debemos acercarnos al pueblo a decir: "Aquí estamos. Venimos a darte la caridad de nuestra presencia, a enseñarte con nuestra presencia, a enseñarte con nuestra ciencia, a demostrarte tus errores, tu incultura, tu falta de conocimientos elementales". Debemos ir con afán investigativo, y con espíritu humilde, a aprender en la gran fuente de sabiduría que es el pueblo".
Ernesto “Che Guevara”

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