Hoy el Centro de estudiantes de Ciencias
Sociales es una herramienta que no termina de tener una orientación clara. La actual
conducción (“El Empuje”) se esforzó
este año por planchar los conflictos que surgieron en la facultad al calor de
los intentos de reforma del plan de estudios en Comunicación y Trabajo Social.
Sea interrumpiendo asambleas, abriendo comisiones de debate fantasmas (en el
caso de comunicación se ve claramente) o directamente yendo en contra del
mandato de propia asamblea.
Tampoco creemos que una forma de dinamizar
nuevamente el Centro de Estudiantes venga de la mano de “Izquierda al Frente”, ya que por características propias de sus
agrupaciones, tanto el PO como el PTS, y en sus concepciones e interpretaciones
abstractas y sectarias, trazaron estrategias de acción mezquinas y en
definitiva testimoniales que no posibilitó avanzar en las demandas que
surgieron este año. Incluso, llamativo como pocas veces, les faltó su tan
mentada “coherencia trotskista” a falta de una unidad en los posicionamientos y
accionar.
Es necesario que lleve adelante los
reclamos estudiantiles con firmeza
pero también generar prácticas y
espacios de debate que permitan vincular los conocimientos teóricos que
estudiamos con problemáticas actuales ya que debe funcionar como una
herramienta nos permita realizar las actividades que contribuyan a nuestra
formación y poner colectivamente en discusión que perfil profesional queremos
formar.
Con pluralidad de voces y participación
estudiantil el Centro de Estudiantes va a encontrar la forma y la coherencia
que todxs lxs estudiantes queremos y necesitamos. Con ese horizonte construimos
nuestro camino todo el año.
Construyendo una Universidad Crítica!
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