Nos encontramos en la estación del premetro,
como hace ya varios sábados que venimos haciendo. Nuevamente nos
acompañó Gloria hasta el merendero, al cual llegamos más temprano de lo
habitual. Salimos a buscar a los chicos a sus casas, pero en el camino
nos encontramos con varios de ellos sin necesidad de tocar el timbre. Se
iban a jugar, a tocar la guitarra, a cantar; con novedosos grupos de
jóvenes apostados en diferentes puntos del barrio. A una semana de las
PASO, jóvenes militantes de diferentes agrupaciones políticas
organizaron actividades para los chicos, recreativas en su mayor parte.
Me dio bronca al principio. ¿Dónde estuvieron todo el año cuando los
chicos no podían ir al colegio por las inundaciones en sus escuelas o
los cortes de luz? ¿Seguirán viniendo a jugar tan amablemente después de
las elecciones?
Obviamente el enojo no me duró toda la tarde,
pensando que probablemente cuantos más seamos en el barrio, mejor. No
importa a qué agrupación política pertenezcamos. O no pertenezcamos a
ninguna.
En fin, la recorrida nos bastó para darnos cuenta de
que no íbamos a ser demasiados en el apoyo hoy. Pero resultó conveniente
para los chicos que fueron porque pudieron hacer su tarea y nosotros
nos enfocamos en algunos aspectos individuales que cada uno debía
reforzar. Sobre todo de la lectura y escritura, que era lo que habíamos
planeado en la semana. Varios de los chicos no se sienten cómodos aún
con estas actividades, teniendo quizás la edad para un 2° o 3° grado.
Algunos de los que vienen al apoyo han repetido primer grado por ese
motivo. Así que nos dispusimos a practicar la escritura narrativa, con
el tema “Vacaciones” y la ilustración de sus producciones, para lo cual
siempre están dispuestos. Otros se embarcaron en la lectura. Franco, por
ejemplo, empezó a leer con la ayuda de Beli una historieta. Y a la hora
de la merienda, fue emocionante ver que no quería dejarla.
Nos
fuimos con la sensación de que a los chicos los gustó lo que habían
hecho, a pesar de ser una actividad que requirió de mayor concentración.
Con la panza llena de tortas fritas y el corazón contento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario