Un gran desafío en este 2013 está
en la amplia participación de los estudiantes en los procesos abiertos – y que
deberían abrirse- de reforma de los planes de estudio y promover en
nuestras carreras las transformaciones que pongan nuestra educación al servicio
de las necesidades
populares y las problemáticas del país.
Por eso:
Seis propuestas para una reforma plural y democrática del
plan de estudios de Ciencias de la Comunicación
Hay varios aspectos de nuestra carrera que son cuestionados hace tiempo.
Sea la extensión, el rígido sistema de correlatividades, la cantidad de
materias, repetición de contenidos, escasa inserción laboral, poca
especificidad del campo de estudio, son varios los problemas estructurales que
atraviesan nuestra formación profesional y nuestra experiencia académica.
Mas allá de la apertura de espacios de debates para la reforma del plan,
como así también de distintas instancias de exposición (como los Foros, etc.) la Dirección de la Carrera de Comunicación,
conducida por la
Agrupación Nexo , intenta legitimar el proceso de reforma.
Entendemos que aun con estos espacios, es insuficiente determinar que la
comunidad académica de la
Carrera esté involucrada en dicho proceso y que la
participación sea plena en este sentido. Mucho más puede hacerse para involucrar
a las mayorías (lxs estudiantes) y avanzar en un proceso verdaderamente plural,
democrático y participativo.
Por otro lado, la propuesta de reforma realizada por Nexo, es en
abstracto un ideal que, a la luz de su experiencia Gestión de la Facultad (si, el Decano
Caletti es de Nexo!) y su alineamiento con las políticas comunicacionales del
kirchnerismo, es difícil ver una real voluntad de avanzar en un diseño
curricular que garantice la formación de profesionales de la comunicación con
herramientas técnicas, teóricas y metodológicas, pero, mas aun, con un espíritu
critico que cuestione la realidad y potencie una intervención transformadora,
en el ámbito social.
Por eso, desde el Movimiento Sur, proponemos para el actual proceso de
reforma, 6 ejes estructurantes a abordar por el nuevo plan de estudios, que no
pueden ser ignorados a la hora de repensar nuestra experiencia académica, desde
la ampliación del campo a los nuevos debates que se abren en el escenario
comunicacional nacional, regional y mundial (avances técnicos, nuevos marcos de
regulación legal, desarrollo de plataformas sociales, procesos de convergencia
multimedia, etc.). Estas nuevas problemáticas demandan nuevos abordajes y
nuevas estrategias para intervenir en el campo de la comunicación y la cultura,
desde una formación más integral y a la ves especifica:
·
La estructura de cursada: una reforma debe contemplar la
flexibilización de la cursada a partir de la reducción en la rigidez del
sistema de correlatividades y permitir al estudiante realizar un trayecto en la
carrera que posibilite tomar sus propias decisiones, en la formación del campo
específico que desee. En este sentido, también se debe tener en cuenta la
reducción del tronco obligatorio de materias (el actual plan tiene mas de 30 materias
obligatorias, 6 de ellas anuales) y aumentar la oferta de materias electivas y
optativas. En este marco, la
Tesina también debe ser una instancia que permita al
estudiante sintetizar los saberes (prácticos y teóricos) adquiridos a lo largo
de la cursada y no un momento traumático para finalizar una carrera que se
torna un gran “chicle”.
·
La repetición de contenidos: Una reforma debe lograr una mejor
articulación entre los contenidos de las distintas materias, a fin de no hacer
de la cursada una repetición de la bibliografía de una decena de autores. Si
bien admitimos que los trabajos teóricos pueden tener tantas lecturas y
dimensiones de análisis, como personas en este mundo, también entendemos que
debe haber una lógica que estructure dichos contenidos en función de objetivos
claros, en función de un perfil profesional acorde a las necesidades de
esta época.
·
La formación específica y la orientación
profesional: La reforma debe
orientar al futuro profesional desde tres perspectivas que puedan articularse:
producción de contenidos, investigación teórica e intervención social. Para
empezar a resolver la permanente tensión entre formación crítica e inserción
laboral, la reforma debe repensar el perfil del estudiante y del graduado,
desde estas posibilidades de salida al campo de la comunicación y pensar y proyectar sus propias
prácticas y contenidos.
·
La formación técnica y la experiencia
práctica: la reforma debe
incluir la generación de espacios de producción y fomento de la experiencia
técnica pre-profesional. En
el marco de la nueva ley de SCA y del desarrollo de nuevas experiencias
social-media, existe una creciente demanda de actualización no solo de
contenidos, sino también de nuevas experiencias que den cuenta de la
re-configuración del mapa mediático-comunicacional y cultural. La carrera debe tener sus
propios medios de comunicación: Observatorio de Medios, un estudio de radio
adecuado, una agencia de noticias, una productora multimedia, etc.
·
La formación crítica y la orientación
política: una reforma debe
consolidar la formación de comunicadores con espíritu crítico. Se debe tener en
cuenta la actual coyuntura política que atraviesa el campo comunicacional,
entendiendo no solo los avances tecnológicos sino también la disputa entre los
monopolios mediáticos oficialistas del Gobierno Nacional (Hadad, Cristóbal
López, Vila-Manzano) y el Grupo Clarín. Se debe incorporar la perspectiva
práctica y teórica de los medios alternativos y populares, como experiencias
que contrastan con esta realidad concentrada de la propiedad de los medios y
fomentar intervenciones sociales que estén a favor de los intereses de aquellos
sectores que no puede hacer oír su voz, en el actual escenario comunicacional y
político.
·
La Comunicación no Sexista y los
contenidos mínimos: la reforma
debe incluir en su diseño curricular, contenidos mínimos en relación a las
perspectivas teóricas, analíticas y metodologicas que problematicen las
relaciones sociales de poder y de genero que se tejen al interior de los
objetos de estudio de las materias de la carrera. En este sentido, deben
contemplar la perspectiva de géneros, como una dimensión de análisis de los
fenómenos sociales mediáticos y desnaturalizar los roles representados en los
medios de comunicación que refuerzan valores machistas y patriarcales de
nuestra sociedad, de nuestra cultura e historia. Debe incluirse un cuarto
Seminario que pueda dar una síntesis a este abordaje: el Seminario de
Comunicación no Sexista.
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