Sábado
21 de junio
Llegamos a Piletones a las 15.30, un poco más tarde de lo normal porque había jugado Argentina a las 13 y la ciudad se paraliza.
Al
llegar a los edificios en un par de ventanas abiertas nos esperaban
ya los niños, que al vernos pasar nos saludaron y preguntaron si
haríamos actividades esa tarde.
Poco
a poco fueron llegando niños y niñas, mochilas al hombro, con sus
tareas. Nos sumamos a los que ya estaban en el jardín y comenzamos.
Este sábado había muchos niños grandes, de 9, 10 y 11 años. Y
también muchos chiquitos de entre 4 y 5 años. Al final de la
jornada alcancé a contar 28 niños en total. Nosotros éramos 10.
Fue todo un reto lograr mantener la atención de, si no todos, la
mayoría.
En
una mesa contigua, Sofi dibujaba con Jessica, Sofía y Alisson. Era
la mesa de las chicas. Mientras, Juan jugaba futbol con los niños
más grandes que no tenían tarea.
Cada
sábado procuramos tener actividades para los que no tienen tareas,
para reforzar habilidades como matemáticas o lengua. Jugamos lotería
de operaciones y hacemos sopas de letras, entre otras actividades.
Al
otro lado de las mesas, Caro luchaba con los ejercicios de
matemáticas de Javier, y Julia repasaba la tarea de lengua de otra
niña. Minutos más tarde, Belén y Ernesto se unieron a las tareas
con otros niños de primaria. Fer, como siempre, iba y venía por
todos lados.
Terminado
el espacio de tareas, empezamos la actividad. Pensando en el Mundial
y los juegos de pelota, hicimos un juego que Tommy nos explicó.
Había que lanzar la pelota, decir el nombre de alguien y correr. Al
que hubieran nombrado debía cachar la pelota y decir stop. El truco:
había que recordar los nombres de todos los participantes.
Jugamos
hasta poco antes de las 17hrs, momento en el que tomamos la merienda
de facturas y leche.
A
las 17.20 nos despedimos, llevamos a los chicos que había que llevar
a sus casas, y regresamos.
Montse
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