Como todos los sábados nos reunimos en la esquina de Independencia y 9
de Julio para luego emprender viaje hacia Soldati. Pero este sábado era
distinto, fecha patria, 25 de Mayo. Nos encontramos allí con un
panorama particular, una gran movilización se dirigía a Plaza de Mayo,
cantidad incontable de micros llenos de personas llegaban al centro de
la ciudad. Esto nos llevó a replantearnos si en el barrio Los Polvorines
las familias estarían presentes o también acudirían a dicho acto. ¿Cuál
sería el peso del clientelismo político en Soldati?
Pese a
esto, y habiendo confirmado que el merendero de Gloria estaría abierto
decidimos comenzar el viaje. En la estación del premetro Illia, nos
estaban esperando Franco y Lourdes como siempre para acompañarnos en la
entrada del barrio. Entrada al barrio que de a poco comienza a
convertirse en un paisaje cotidiano y conocido para todos nosotros. Esta
vez ingresábamos con una incertidumbre acerca de si habría niños
esperándonos o no.
Llegamos como siempre a lo de Gloria y
comenzamos a armar las mesas y las actividades para los chicos. Algunos
fueron a las casas a buscar a nuestros pequeños alumnos; Camila
preparaba mientras la actividad del día, el abecedario y yo esperaba
expectante la concurrencia.
Podía escucharse un gran silencio y
tranquilidad. Nuestras voces y nuestros pasos resonaban en la calle. De a
poco comenzaron a llegar los chicos con sus cuadernos de escuela.
Muchas caras conocidas, otras nuevas. Una mesa ya no era suficiente,
necesitábamos más. Algunos tenían tareas que hacer, otros no. Yo me
senté y ayude a Joaquín de tan sólo 6 años en sus deberes y a Samuel de
8. Hicimos después de las tareas la actividad que habíamos preparado. Un
abecedario en el cual los nenes tenían que ubicar las figuras
recortadas en la letra con la cual comenzaba la palabra. La actividad
resultó ser un gran incentivo, todos quisieron participar y jugar.
Por
último la merienda preparada por Gloria. Un momento que muchos de ellos
esperan con ansias luego de las actividades. Charlamos mientras
merendábamos acerca del 25 de mayo, que sabían acerca de ese día, que se
celebraba. Finalmente pudimos darnos cuenta que ellos sabían más que
nosotros. Aprendimos una vez más como todos los sábados y gracias a los
nenes algo nuevo. Definitivamente enseñar es aprender dos veces.
Por Silvina
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